Guía turística de la Sevilla monumental

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El Barrio de Triana

Es uno de los barrios típicos de Sevilla, conservando desde sus orígenes árabes un aire distintivo. El río Guadalquivir le separa del casco histórico, por lo que Triana estuvo hasta hace poco separada del resto de la ciudad. Destaca por su interés la Iglesia de Santa Ana, que pasa por ser la más antigua de la ciudad. Construida en estilo gótico-mudéjar, en su interior posee un altar plateresco (renacentista) y pinturas de Nicolás Pisano y Alejo Fernández.

El Puente de Triana

Fue uno de los primeros puentes de España hecho de hierro fundido. Se concluyó su construcción en 1852 siguiendo los diseños de los ingenieros franceses F. Bernadet y G. Stinacher. El puente sustituía al antiguo puente de tablones de madera sostenidos por barcazas que hasta ese momento unía Triana con Sevilla. Por su fecha se llama también puente de Isabel II.

La Plaza de toros

La Real Maestranza, que así es como se la conoce, se construyó en la segunda mitad del siglo XVIII. Con sus 116 balcones, es una de las plazas de toros con más solera del país. Importante por su belleza es el Palco del Príncipe y la rejería que cierra el edificio en el exterior.

La Torre del Oro

Se trata de una torre almohade construida fuera del circuito de las murallas (Torre albarrana). Su nombre parece derivar de los azulejos que rematan su cuerpo superior y que brillaban con el sol. Los árabes la construyeron con el fin de cerrar el río mediante una inmensa cadena que se apoyaba en la torre y en una mole en la otra parte del río. Hoy contiene en su interior un pequeño museo naval.

El Palacio de San Telmo

Hermoso edificio construido en el siglo XVIII por Leonardo de Figueroa en estilo barroco (churrigueresco). En una de sus fachadas laterales se colocaron en 1895 estatuas de sevillanos ilustres, obra de A. Susillo.

La Universidad

La actual Universidad de Sevilla fue antiguamente la Fábrica de Tabacos, construida en 1757 según los planos del holandés Van der Borcht. Semeja un edificio de tipo fortaleza, con fosos y garitas de vigilancia. En su interior, uno de los más espaciosos de España, existen más de 100 patios.

La Catedral

Este edificio constituye uno de los mayores retos arquitectónicos del arte gótico. Iniciado en 1402 en este estilo artístico, no se concluirá la fábrica principal sino doscientos años después, con elementos añadidos del Renacimiento y del Barroco. Posee nueve portadas de acceso, entre las que destacan la Puerta del Perdón, de estilo mudéjar, que da entrada al Patio de los Naranjos, y las del Bautismo y el Nacimiento, de gusto gótico. En su interior sobresalen la Capilla Mayor, con un gigantesco retablo de más de mil figuras, la Capilla Real, renacentista y que fue panteón real, y la Sala Capitular, que destaca por la originalidad de su planta elíptica. Son también importantes el Tesoro catedralicio y el Mausoleo de Cristóbal Colón. En sus capillas se encuentran obras de primera calidad de los pintores y escultores de los siglos XVI al XVIII sevillanos.

La Giralda

Fue la torre-alminar de la antigua mezquita almohade de Ben Basso. Al derribarse ésta para construir el templo-catedral, se decidió conservar la torre. Un terremoto en el siglo XVI hizo que se cayeran las bolas de plomo que remataban su fábrica, por lo que se sustituyeron éstas por un cuerpo de campanas, encargado al arquitecto Hernán Ruiz. Una enorme estatua que simboliza el triunfo de la fe cristiana, llamada el Giraldillo, fue la que con el tiempo daría su nombre a la bella torre.

Los Reales Alcázares

Es una de las joyas del arte mudéjar. Aunque el edificio más antiguo es de origen almorávide o almohade, destaca por su elegancia el Palacio de Pedro I el Cruel, realizado siguiendo el modelo de la Alhambra granadina. En siglos posteriores se le añadieron nuevas dependencias bajo Carlos V y Felipe II. Destacan por su singularidad los jardines, donde se combinan la estética árabe con la renacentista y barroca.

Barrio de Santa Cruz

Antigua judería que conserva el típico trazado de las calles musulmanas: calles estrechas de dirección irregular, a la que en ocasiones se le añaden adarves (calles sin salida) y cubiertas (calles bajo casas). Este conjunto queda sólo roto por la aparición de pequeñas plazuelas, como las típicas de Doña Elvira, las Cruces, etc. En calles como el callejón del Agua, Susona o Santa Teresa se pueden admirar los hermosos patios sevillanos repletos de plantas y flores.

El Ayuntamiento

Edificio renacentista (plateresco) construido por Diego de Riaño entre 1527 y 1564, aunque en su interior conserva rasgos góticos. Es la sede del Archivo Municipal y contiene el pendón de la ciudad.

La Calle Sierpes

Es la calle emblemática de la ciudad: larga y estrecha, que antiguamente conducía a una de las puertas de la ciudad. Recibió su nombre porque parece ser que en alguna de sus tiendas se conservaban restos de una serpiente. Hoy constituye una zona peatonal con abundantes comercios y establecimientos turísticos.

La Alameda de Hércules

Constituyó en el pasado una laguna que incluso después de desecarse se inundaba con las crecidas periódicas del río. Dos enormes columnas, que parecen ser de origen romano, hacen honor a los fundadores míticos de la ciudad: Hércules y Julio César.

Las Murallas de la Macarena

Son los restos testigos de lo que fue la muralla almohade que rodeaba toda la ciudad en tiempos históricos no muy lejanos. Consta de un enorme lienzo almenado al que se le antepone una barbacana. Aunque el Cabildo de la ciudad decidió demoler la muralla a mediados del siglo XIX, este sector quedó como recuerdo. Junto a ella se abre un arco de grandes dimensiones que nos conduce a la basílica donde se guarda la imagen popular de la Esperanza Macarena, obra de Pedro Roldán.

El Hospital de las Cinco Llagas o de la Sangre

Edificio renacentista perteneciente a la segunda mitad del siglo XVI, es obra de arquitectos como Martín de Gaínza y Hernán Ruiz. Hoy alberga la sede del Parlamento de Andalucía.


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